Archivos para el mes de: febrero, 2012

Perdónenme por ser tan expresivo y exaltado, pero es que la noticia se lo merece y, si no, ya me contarán. Recientemente leíamos la historia del, probablemente, mejor jefe – empresario- del mundo. Se llama Ken Grenda, australiano, y propietario de una empresa de transportes de viajeros, Grenda Transports. El hecho, que ha trascendido a todo el mundo, es el siguiente. El señor Grenda, no sólo pagaba el salario  que correspondía a sus empleados regularmente, si no que, además, sin mediar aviso, repartió entre su plantilla 15 millones de dólares australianos, que no es moco de pavo.

¿Se imaginan aquí al Sr. Botín (o cualquier otro empresario) haciendo esta noble gesta? La respuesta, entre nosotros, ya sabemos cuál es. Pero el señor Grenda merece nuestra admiración, no sólo por el reparto de tal suma de dinero, sino por la justificación del mismo, porque el reparto del dinero mencionado fue debido, según sus propias palabras, «a la contribución de sus empleados al éxito de la compañía», así que, tras 60 años de funcionamiento y, ante su jubilación, quiso hacer un reconocimiento público a todos aquellos que contribuyeron a lograr levantar, mantener y hacer crecer su proyecto empresarial.

Pero, aún hay más. Además de repartir el dinero a los empleados, el Sr. Grenda, se aseguró que la venta de su compañía no les perjudicara , así que la condición de la misma fue el mantenimiento de los puestos de trabajo. ¡Albricias! Un empresario que no sólo no despide, sino que  asegura el futuro de sus colaboradores.

Sigo estando excitado y alterado, porque la noticia, no me lo negarán, es, cuando menos, extravagante, por lo inusual. No estamos acostumbrados a recibir este tipo de noticias, sino más bien todo lo contrario (con o sin reforma laboral), aquí lo que se estila es despedir, prejubilar, trasladar, emigrar, cesar, etc.

Y que decir de los empleados, unos 1800 en total, atónitos cuando fueron al banco y vieron la suma de dinero ingresada (hasta 30.000$, según puesto y antigüedad). Naturalmente, los más, llamaron a sus entidades de crédito para señalar el obvio error que aparecía en sus estados de cuentas. Y las entidades financieras, que no, señor, discúlpeme, pero todo está bien, se trata de un ingreso de su empresa. ¿Cómo?

Y, así, en estos momentos, los empleados de Granda Transports están para proponer la canonización de su jefe por un gesto que, más que humano, es divino!!

Saludos,

Albert García Ordóñez

Todos oímos hablar del trabajo en equipo, de los beneficios que nos aportan, de la necesidad de trabajar en equipo, más en los tiempos que corren, donde necesitas de la colaboración de todos para salir adelante y, en la mayoría de valores corporativos figura el trabajo en equipo como uno de los más destacados. Pero ¿realmente trabajamos en equipo o simplemente lo decimos porque es  políticamente correcto expresar que se trabaja en equipo? ¿Está la dirección preparada para construir una cultura de trabajo en equipo? ¿Tenemos a nuestros mandos formados para construir equipos de altas prestaciones? ¿Sabemos trabajar en equipo?

En fin, las preguntas podrían ser interminables al respecto de la construcción y gestión de equipos, así que para poder responder a estas preguntas, cada cual en su organización, vamos a iniciar una serie de artículos sobre la construcción y gestión de equipos y sus claves para que éstos tengan éxito.

En primer lugar, cuatro premisas indispensables:

  1. Un equipo es más que la suma de sus partes.
  2. La filosofía de la actividad empresarial de la dirección tiene que basarse en el diseño y actividad del trabajo en equipo.
  3. El trabajo en equipo debe estar valorado (realmente) en la cultura de la compañía.
  4. Toda organización debe disponer de herramientas para medir el impacto de los equipos de trabajo en su cuenta de resultados.

En segundo lugar, algunos de los beneficios que debe aportar el trabajo en equipo a las organizaciones:

  1. El trabajo en equipo debe mejorar la comunicación, solución de problemas y toma de decisiones relativas a colegas y clientes como beneficios directos.
  2. Debe incrementar la satisfacción del cliente, lo que se debe traducir en un aumento de las ventas.
  3. Establecimiento de nuevas relaciones estratégicas con los clientes que se debe corresponder con un incremento de los mismos.
  4. Introduce la innovación permanente en los productos y servicios en los que trabajan, dando respuesta proactivamente a las necesidades de los clientes.

En siguientes artículos iremos desmenuzando todos los inextricables secretos del éxito del trabajo en equipo. Veremos ejemplos de éxito y, también de fracaso (útiles para lograr mejorar y construir nuevos intentos), experiencias de trabajo en equipo, etc.

En definitiva y, para cerrar este primer artículo sobre el trabajo en equipo, concluir con lo que sería el esquema clave de todo equipo de trabajo de altas prestaciones:

  • La dirección debe apoyar y estimular la creación de equipos de trabajo.
  • El trabajo en equipo debe estar incluido en el ADN de la compañía.
  • El cultivo de las relaciones entre los miembros del equipo y las claves para lograr el máximo aporte y performance.
  • Los supervisores de los equipos y su doble rol, respecto a los miembros individuales del equipo y respecto a la cohesión y desarrollo del propio equipo.

Por último me gustaría destacar nuestro próximo seminario de Gestión de Equipos  el 15 de marzo en Barcelona, al que les animo a participar para profundizar en la comprensión y rentabilidad de un buen equipo de trabajo.

Saludos,

Albert García Ordóñez

En un afán de acercar el texto normativo, adjuntamos el Boletín Oficial del Estado con el texto que contiene la Reforma del Mercado Laboral. El Gobierno en su labor de realizar las reformas necesarias para sacar al país de la situación de crisis en la que nos encontramos ha realizado una serie de reformas, desde la reforma de la financiación autonómica, la fiscal, la reforma bancaria y por último, y no menos esperada, la reforma laboral, como parte del total de las herramientas que nos permitirán trabajar por un futuro mejor. De momento les dejamos con el texto de la reforma laboral al desnudo. En breve comentaremos  más extensamente nuestro parecer sobre su contenido.

Saludos y buen fin de semana!

Albert García Ordóñez

En todo trabajo, el equipo de compañeros con los que te toca trabajar es fundamental para sentirse a gusto y lograr proyectar la carrera profesional. Un trabajo en donde los compañeros fomentan un clima de respeto compartido, de mentalidad abierta, de apoyos mutuos, realmente, como dice el anuncio publicitario, no tiene precio.

La realidad con la que convivimos es, frecuentemente, muy diferente. Así nos proponemos mostrar algunas tipologías de conductas malsanas en el ámbito de los compañeros de trabajo. Son personas que vayas donde vayas es posible y probable que te las encuentres y, en el caso de que no exista un liderazgo muy centrado en las personas, es probable que lo más sensato sea cambiar de trabajo, antes de que nos volvamos locos o acabemos peor. Este breve muestrario está inspirado en un artículo de Suzanne Lucas publicado en Money Watch.

Perfiles de pesadilla:

El/la exhibicionista. Es una persona que dispone de un concepto del pudor muy alejado al de los demás y que, difícilmente respeta el círculo privado de intimidad, pues siempre lo invade. Una vez me relataron que en una empresa había  una persona que se paseaba siempre desnuda por el vestuario más allá de lo razonable después de tomar una ducha al acabar el trabajo. Nunca llegó a ir más allá, pero era realmente molesto, por no decir otra palabra más altisonante. También es el perfil que cuando alguien habla de heridas, no tiene manía alguna en enseñar las cicatrices en los lugares más recónditos de su cuerpo.

La/el oloroso. Suelen ser personas que no se dan cuenta del malestar que producen a su alrededor debido al mal olor que desprenden. Y, por supuesto no estamos hablando aquí de aquellas personas que, por desgracia, sufren algún tipo de enfermedad que tiene como consecuencia olores desagradables. No, hablamos de personas que disponen de una reglas higiénicas insuficientes o que no dejan de deleitarnos con su eau-de-nicotine allá por donde pasan, siendo más gravoso que el olor de un barracón militar después de unas maniobras (los que hayan hecho la mili sabrán de lo que hablo), hiriendo sin remedio la pituitaria.

El/la hijo/a del dueño. Tener como compañero de trabajo al hijo o hija del dueño es, en algunos casos, como un dolor de muelas. Si resulta que la persona en cuestión, además, no le gusta el trabajo, estás apañado. Hagas lo que hagas, estar en medio de la línea de fuego tiene un tremendo peligro. Si llega tarde y te pide que mientas al propietario, ¿Qué haces? Si hace algo mal, ¿a quién le van a echar las culpas? ¿Quién va arreglar todos los desaguisados que haga?

La enferma/o imaginaria/o: Son aquellos compañeros/as que pasan más tiempo de baja por enfermedad que trabajando, con enfermedades extrañas, duraciones dilatadísimas y que gozan de una mala salud de hierro. Me acuerdo de un caso concreto en el que uno de los compañeros alegaba una extraña alergia para evitar su turno de lavar los enseres del coffee break en la sala de descanso de la oficina que atendíamos por riguroso turno. En estos perfiles, las enfermedades son innumerables y rarísimas.

El ladrón/a. Es realmente molesto sufrir este tipo de compañeros. Empiezan con los bolígrafos y acaban hasta con las plantas de la oficina. Hay que dejarlo todo bien cerrado, porque a la mínima de cambio te desaparece hasta la ropa interior. Además suelen aparecer como gente maja, enrollados y suelen estar en buena armonía con el jefe. Amén de que son hábiles y muy difíciles de pillar con las manos en la masa.

El/la sectario. Nos referimos literalmente a las personas que pertenecen a una secta religiosa, o son fanáticos de un deporte, de la política, etc., es decir son monotemas. Todavía me acuerdo de uno de mis primeros trabajos en el que mi compañero era de una secta religiosa con unas convicciones a prueba de bomba y de cualquier lógica. Era buen trabajador, pero empezó a realizar proselitismo a ver si me convertía. Fue horrible. Por fin pude llegar a un acuerdo con él: durante la jornada laboral no hablaríamos ni de política, ni de religión, sólo de cosas banales. Fue mi salvación.

El acosador/a. Este es el peor especimen de todos. Suele detectar a sus víctimas de forma certera. Se centra en personas que no les gusta el conflicto, que no quieren discutir y, ahí empieza una labor de acoso y derribo que nunca acaba bien. Suelen ser, además, manipuladores y, por qué no decirlo, son una subespecie de los psicópatas. En caso de hallarse ante uno de estos perfiles y ante el menor síntoma de acoso, deberá ponerlo de manifiesto a través de los canales adecuados de la empresa. De no existir dichos canales o no haber interés por parte de su directo superior en mediar en el conflicto, lo más recomendable es cambiar de trabajo, antes de que en un mal día hagamos algo que luego lamentemos durante mucho tiempo.

Hay otros perfiles igualmente desagradables de compañeros que nos complican la vida, pero me gustaría compartir con todos vosotros/as vuestras experiencias en este sentido y pusiéramos de relieve más ejemplos de compañeros/as indeseables.

Saludos,

Albert García Ordóñez